De la Construcción de Marcas

Una de las cosas más importantes al hacer marketing -y usualmente a la que menos atención le ponen los emprendedores- es construir marca.

Ejemplos como el de Airbnb donde por un tiempo se enfocó fuertemente en campañas de performance marketing (es decir, campañas de pago solo enfocadas en la conversión y venta) para luego, gracias a la pandemia y fuertes recortes en performance, darse cuenta que el tráfico apenas se vio afectado: la gente venía a Airbnb por la marca, no por las campañas de performance.

Este y otros casos solo demuestran la importancia de la marca cuando los usuarios toman decisiones de compra.

Según algunos estudios las personas normalmente consideran a lo más tres marcas distintas al tomar su decisión de compra. Básicamente, a las que tienen en el top of mind o de las que han recibido buenas referencias de parte de un conocido o experto.

¿Te ha pasado que vas a un restaurante y la carta tiene tantos platos que te cuesta elegir? Las personas tendemos a reducir las opciones porque a más opciones, se hace más difícil escoger, fenómeno conocido como "Parálisis de la Decisión", tu cerebro no logra procesar toda la información, por lo que evita tomar acción.

La clave está entonces en cómo somos capaces de que nuestros potenciales clientes nos consideren al momento de comprar un producto o servicio. Pero ¿Cómo hacemos para que ese cliente que tiene un dolor que resolvemos sepa que existimos?

La respuesta tiene dos aristas principales: o nos descubre porque nos ve en alguna parte (es decir, hacemos acciones de marketing para que el cliente "sepa que existimos" a través de acciones de "Awareness") o alguien nos refiere porque ya nos ha probado y tiene una buena imagen de nosotros (es decir, nos posicionamos desde la experiencia de nuestros clientes con nuestro producto/servicio).

En otras palabras: se trata de mostrar la marca y entregar una buena experiencia. No se trata de campañas de performance, ni de compra programática, ni menos de CPA y conversiones.

Se trata de decidir cómo es la marca y cómo se vive.

Se trata de crear relaciones y experiencias memorables con los clientes.

Una marca no son solo sus colores y el logo. Es una construcción que se compone de cómo la marca debe vivirse y sentirse por parte de los consumidores, sus valores, su propósito, su tono y estilo. Y el acto de gestionar nuestra marca, se conoce como "posicionamiento", gestionar cómo queremos que nuestra marca viva en la mente de nuestros clientes, cómo queremos que nos vean.

Para ello todo lo que hacemos como empresa, desde como comunicamos, como vendemos, como atendemos a los clientes y resolvemos sus problemas, debe ser consistente y comunicar los valores de nuestra marca.

Y cuando estamos emprendiendo y creando una empresa desde cero, gran parte del reconocimiento de tu marca vendrá apalancado directamente desde el equipo fundador y de que tan bien tu producto o servicio resuelva el problema del cliente.

Hazte consciente de que desde el momento en que emprendes con un proyecto, cada cosa que haces está creando la marca. Asegúrate de darle la importancia que merece para crear una marca memorable que acelere tu crecimiento desde el primer instante.